Este verano las vacaciones fueron dobles. Una parte en La Costa Brava y la otra en Mallorca.
1ª parte
La Costa Brava no decepciona. Está repleta de playas y calas preciosas. Diferentes tonos azulados en el mar y ningún rincón vacío de encanto.
El periplo fue un poco nómada: 3 días en un camping, 2 en otro y 3 en el último. Y a esto hay que añadir la organización y desorganización de 9 personas. De primeras puede parecer desastroso, pero con la buena voluntad de todos puede ser muy llevadero.
De una cosa estoy segura: los viajes en grupo incrementan tus capacidades morales.
Os presento al grupo en cuestión.
El viaje, además de relajado, fue muy variado. Hubo playa, cultura y montaña. Para todos los gustos.
En este post os voy a mostrar solamente los momentos más destacables del viaje.
La imagen que muestro a continuación ocupa el puesto número 1 de mi ránking personal de calas y playas del viaje. ¿A que es un lugar con encanto? Parece una piscina natural. Ideal para relajarse un día de vacaciones.
Añado: el agua estaba bastante fresquita. Quien me conoce sabe que la temperatura de mi cuerpo es muy inferior a la temperatura estándar de un cuerpo humano (seguro que no supero los 35ºC). Normalmente tengo frío. Mis manos y mis pies están siempre frescos, cuando no helados. Se la suda la estación del año.
Hay quien piensa que eso es una ventaja cuando es verano, pero yo os aseguro que no hay ventajas que valgan ni en verano, ni en invierno. A mí que me echen la manta. Siempre. Llamadme abuela, o enferma.
La siguiente foto no tiene nada que envidiarle a la primera. Ocupa el puesto número 2 de mi lista.
 |
| Cala Estreta |
En la imagen queda reflejado el placer de un sorbo refrescante en
Cala Estreta. Nuestro querido mojito se convierte en un clásico playero. Últimamente no falla.
No todas las playas eran de acceso rápido para minusválidos, familias o para comodones. Alguna que otra excursión hicimos para encontrar lugares solitarios y alejados de la multitud. Hablando desde la experiencia puedo afirmar que, las mejores playas se encuentran después de una buena caminata.
En estos casos se aconseja llevar lo justo y necesario. Aquí no hay mojitos que valgan. Es una pena.
 |
| caminata |
Además de playas, durante el viaje también hubo visitas culturales. Un paseo por
Pals nos llenó de belleza y elegancia la vista. Un pueblo medieval minúsculo, formado por el castillo, la villa y las murallas. Calles empedradas y arcos de medio punto.
Típico pueblo donde a las 2 de la tarde de un verano asfixiante puedes notar un ambiente fresco al pasar por debajo de uno de sus arcos construidos a base de piedra.
 |
| Pals |
 |
| Pals |
También era asegurada alguna visita a las obras de Dalí. Aquí os muestro uno de los huevos del museo Dalí de Figueres. Con una fachada curiosa cuanto menos. Todo arte.
Aquí tenemos otra obra de arte de Salvador Dalí. Un retrato de Mae West (actriz de Hollywood). Es increíble el arte que tenía este hombre. Una obra donde nada es lo que parece. El sofá-labios, la cortina-pelo, la chimenea-nariz, los cuadros-ojos. Un conjunto de objetos "de casa" que crean un perfecto retrato de la actriz.
Alguien dijo que después de una buena comida, viene una buena caminata. Arriesgado ¿verdad? Pues con 10 cojones, 8 ovarios y varios guisados de oca en las panzas, nos subimos hasta el cráter de El Croscat. El volcán más representativo del Parque Natural de La garrotxa. Sí, hubo momentos de "voy a devolver a la naturaleza lo que me ha dado de comer la vieja del bar". Menos mal que después de varias horas de caminata, se acabaron todos los males. Los males compensaron con el paisaje, que mereció la pena.
 |
| material volcánico |
Es sabido que después de subir hay que bajar. Al bajar del volcán nos adentramos en un bosque silencioso, refrescante, húmedo y oscuro repleto de Hayas. Solamente se escuchaba el crujido de las ramas al pasar y el eco de alejados caminantes. Toda una experiencia.
 |
| Parque Natural La Garrotxa |
Queridos compañeros de batalla: un placer.
Fin de la primera etapa. La segunda parte se verá en otro post.
