Vida solamente hay una,
en el momento en que sales del cascarón
prácticamente el control es tuyo.
Millones de preguntas, millones de dudas,
¿cuál es la mejor? nadie lo sabe, aventúrate y comprueba por tí mismo.
La felicidad. Cada uno la interpreta a su manera,
a veces pensamos que somos felices por algún motivo, o por ninguno.
Personas que son felices con nada,
personas que son infelices con todo.
Personas que son felices al sentir una mirada penetrante,
un detalle, un gesto, una palabra, un roce, la cercanía.
Personas que olvidan todo lo sentimental para buscar lo material,
lo moderno, lo actual, lo que se lleva.
Existen personas que nacen en un mundo erróneo
donde la mayoría de cosas que les rodea no va con ellas.
Un mundo lleno de fanatismo, un mundo lleno de mentiras,
de falsedades, de aparentar, de poderío, de competencias,
donde la superficialidad está a la orden del día,
donde se conocen muy bien las fichas que se deben manejar para ganar.
Ese mundo manejado por algo, por una filosofía quizás.
Incluso por no abrir uno los ojos.
Una filosofía que está ahí y que nadie es capaz de mejorar,
unos valores que se inculcan y con los que tienes que tragar.
Todo lo que se ve es lo que se tiene.
Mejorar ese mundo sería cambiarlo en su totalidad.
Y no hay razón ni modo alguno para construirlo de otra manera.
Es, tal que así.
Un mundo ideal, donde los valores superficiales no machaquen los valores personales.
Donde las personas puedan explorar las almas de tantas otras.
Donde nadie ni nada tenga un caparazón de protección.
Donde lo importante sea el ser humano y no sus conquistas.
Donde la belleza de una persona sea su mirada, no sus ojos,
donde un alma eclipse a un cuerpo,
donde el interés no sea hacia uno mismo, sino hacia los demás.
Donde la palabra respeto esté sellada en la frente,
donde la confianza sea para todos.
Donde la gente deje de buscar lo que se le ofrece y
empiece a explorar lo que lleva dentro.
Donde uno pueda elegir vivir de una manera u otra sin estar condicionado por nada.
Donde la gente sepa qué hacer cuando no se tiene de nada.
Es difícil construir un mundo de esta índole,
no existe, no hay nada que sea capaz de hacerlo.
El mundo eres tú.
