Verano 2012

2ª parte 

Mallorca se puede resumir en 3 palabras: lluvia, sobrasada y relax.

Lluvia porque nos hizo un tiempo de mierda (hablando mal y claro). Es Mallorca, no el Norte de España. Y tuvimos muy mala suerte. El día antes de que llegáramos hacía mucho calor, y por lo que parece, nos llevamos el frío Holandés a la espalda.

Sobrasada porque comí más sobrasada en 5 días que en toda mi vida. ¡Y qué buena estaba! Todavía se me hace la boca agua cuando pienso en esa sobrasada de porc negre de matanza casera. 

Relax porque no se madrugó (gracias a la lluvia) ningún día. No me gusta madrugar, es más, me sienta mal. - jeje (risa pícara)

Después de este breve resumen os hablaré de cosas que ocuparán un lugar en mi mente selectiva. 

Día 1. Concierto de Love of Lesbian. 

En la foto muestro la entrada del concierto para dar constancia de él. Y en la parte inferior, el resultado de una sandalia rota. Nada más entrar en el recinto en cuestión, una de las tiras de mi sandalia decidió despegarse. ¿Qué iba a hacer yo sin zapatos y con unas ganas de botar incontrolables? Había que poner remedio. El celo de las chicas de la barra me salvó la noche. Bueno, el celo y mi super vendaje en T. Lo hice tan segura de mí misma y creí tanto en él, que al día siguiente ni me acordaba de que las sandalias estaban rotas.

¡Ah! El concierto, ¡espectacular!

Día 2. Efecto visual.

No, no era un incendio. Eran las nubes que bajaron para respirar aire puro del bosque Mallorquín.

Día 3.

Rumbo a la primera playa. Andamos durante 20 minutos aproximadamente por la línea de la costa. Los pasé haciendo fotos y pensando en cosas como estas:

Este trocito de arena hablaba por sí sola. Pedía a gritos que la gente deje de tirar mierda al mar. Me lo dijo así, literalmente.

Esta es la playa que buscábamos. También el agua estaba fresquita. Y al ser abierta hacía mucho aire, pero la disfrutamos igualmente. Para los que se lo estén preguntando, no, no me bañé. 

Allí a lo lejos, en el último trozo de arena, pasamos todo el día.

Teníamos preparado un buen picnic ( y no extraterrestre). Cervecita fresca en la nevera molona del año de la pera, una ensaimada mallorquina y como era de esperar, una buena sobrasada.

La vuelta a casa nos preparó este fantástico rincón, allí donde se asomaba la puesta de sol.

Puesta de sol

Día 4 

A través de un camino embarrado por la lluvia llegamos a otra bonita playa. Allí hicimos el canelo, nos pusimos a tono e hicimos hambre con unos mojitos (para variar).

Después de la playa teníamos programado acudir a un restaurante recomendado por un amigo. Casi a las 4 de la tarde llegamos a Es Cruce para ver qué nos preparaban de comer. Todavía tuvimos suerte, pues llegamos poco antes de cambiar al segundo turno (tarde-noche) donde los platos eran diferentes y a su vez, más caros.

Aquí os muestro nuestro manjar (4 personas) y su correspondiente cuenta. Espectacular.

Conclusión del verano:

Después de unas largas vacaciones donde no me he privado de NADA (alco-gastronómicamente hablando) quiero pensar que llegar a no ver mis pies desde la postura horizontal es una cosa ¿normal?.

No sé si tengo un don o debo empezar a preocuparme por mi barriga.

Fin de mis vacaciones.

¡Un saludo!