20 agosto 2012

Carne cruda


Seguro que todas las féminas estarán de acuerdo conmigo en este post.

Por motivos naturales, el Hombre (como ser animado racional, varón o mujer), es a la vez que fuerte, muy débil. Existen diferentes debilidades en la vida del Hombre. Nombraremos las principales: la comida (solamente hace falta que miremos atrás en el tiempo), el sexo y ya por último, la carne cruda. Luego entenderemos el porqué.

Hay hombres (como varón que ha llegado a la edad adulta) más débiles que otros (pero tampoco difieren demasiado). Cuando digo débil, me estoy refiriendo en este caso a sexualmente débil. Anoto que también existen mujeres débiles, por supuesto. Pero yo, como mujer, trataré de enfocar el tema desde mi propia perspectiva.

La gente que me conoce sabe que soy una observadora nata. Y desde que tengo conciencia, hay millones de cosas que me llaman la atención, y hoy voy a hablar de una de ellas.

Hombres descarados y babosos.

Aquellos a los que les da igual una guapa que una fea. Solamente ven un par de Tetas y un Culo - en orden.

El síndrome de carne cruda empieza:

Típica escena de una niña inocente de 13 años con uniforme y mochila al hombro que es perseguida y observada por un hombre hasta que llega a su casa.

Típica escena de una niña con 16 años que se arregla por primera vez para ir a la discoteca por la tarde. Donde de camino al autobús, en más de una ocasión tiene que cruzar de acera para evitar momentos incómodos con hombres que se cruzan en su camino.

Momento en el que simplemente estás caminando hacia algún lugar (generalmente sola)  y de pronto te encuentras a un miembro viril que te saluda sin razón alguna. Qué majo este!

Escena en la que vas andando con tus amigas (20/30 años), pasas por un grupo estático de varones y de pronto hay un silencio que desemboca en risitas o peor todavía, una lluvia de barbaridades (a cual más original, porque tienen tela). 

Conforme van pasando los años, toda mujer se va cansando y va cogiendo tirria a este tipo de escenas  - y la que no piense lo mismo que me diga su técnica. Lo que podía ser una anécdota se convierte en una situación desagradable y violenta.

Además, da igual que vayas en pareja. Si una mujer va con su pareja y da el caso de que se aproximan a un grupo de hombres viejos verdes y panzudos sentados en cualquier rincón, (que se pasan el día "viéndolas pasar" y poniéndose "tontos") van quedándose en silencio poco a poco, sin perder de vista a su "presa". Ya ni el hecho de ir en pareja les priva de cualquier comentario ni de cualquier gesto. Sólo ven una cosa: carne cruda. Y siempre pienso lo mismo: pobres de sus mujeres.

Algunos me diréis, "pero si a todas os gusta que os miren y os digan piropos!". Sí, nos gusta. No vamos a engañarnos. Pero hay maneras y maneras. Y yo me pregunto, ¿siempre nos verán como carne cruda?

Yo creo que nos es lo mismo sentirse como un plato combinado que como un trozo de carne cruda.


Esto es lo que somos para algunos


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Posts antiguos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...